miércoles, 9 de octubre de 2013

Tema 4. Los Reyes Católicos: La construcción del Estado Moderno.

Hola, aquí os dejo el resumen de TEMA 4 de historia.
En total son 2 hojas de documento de word, o sea que tiene directamente la extensión que tendrías para escribir en el examen de la PAU.


Aquí dejo el link con la descarga directa del documento en "Mega".Aquí abajo dejo el resumen por si quieres echarle un vistazo antes de descargarlo.



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TEMA 4. LOS REYES CATÓLICOS: LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO MODERNO

Isabel de Castilla contrajo matrimonio en 1469 con Fernando de Aragón en el Palacio de los Vivero de Valladolid tras la firma de las capitulaciones matrimoniales de Cervera en el mismo año.
A la muerte de Enrique IV, Juana (posible hija de su esposa con uno de sus validos, Beltrán de la Cueva) reclamó la corona de Castilla enfrentándose a su tía Isabel. Así se desató la Guerra de Sucesión Castellana, en la que Juana fue apoyada por Francia y Portugal e Isabel obtuvo el de la Corona de Aragón. En base a la Concordia de los Toros de Guisando Isabel se autoproclamó reina de Castilla y tras el Tratado de Alcaçovas (1479) fue reconocida como tal por Portugal a cambio de que se le otorgara a dicho país la hegemonía atlántica (excepto en Canarias).
Entonces comenzó la configuración de un estado moderno sustentado por la centralización del poder  y por la política de expansión de  territorial.
Tras el matrimonio de los reyes católicos ambos reinos mantuvieron sendas formas de organización feudal (leyes, instituciones, monedas…) aunque se crearon dos instituciones comunes a ambos: el virrey (delegado del rey) y el Tribunal de la Inquisición (creado en 1478 para luchar contra los conversos que continuaban con sus prácticas judías).

La ampliación de los dominios peninsulares.
Tres reinos escapaban de la unión castellano-aragonesa: el nazarí de Granada, el navarro y el portugués.
La conquista de Granada (1483-1492) fue muy larga y estuvo fuertemente marcada por la caída de las ciudades de Málaga, Baza y Almería y la construcción paralela de la fortaleza de Santa Fe. Finalmente los pagos regulares de Boabdil y la presencia benimerín no impidieron que Granada fuera tomada en 1492, suponiendo el fin de la reconquista cristiana peninsular.
Fernando el Católico invadió Pamplona a causa de la vinculación navarra con la corona francesa. El rey incorporó el reino a Aragón pero mantuvo ordenamiento feudal e instituciones.
Se intentó unir también Portugal mediante enlaces matrimoniales, pero las prematuras muertes de los pretendientes lo impidieron.

La construcción del Estado Moderno.
La monarquía se apoyó en los letrados (formados jurídicamente) y en los Consejos (asesores de los monarcas) en detrimento de las Cortes. La Hacienda mejoró su eficacia en la recaudación de impuestos. Se aplicaron otras medidas respecto a la política interior como: la creación de la figura del Corregidor (representante del rey que controlaba tanto las iglesias como las ciudades) en los ayuntamientos castellanos; de audiencias y chancillerías (aparato judicial); la unificación de las leyes existentes (ordenamiento de Montalvo); la instauración de la Santa Hermandad (policía en zonas rurales); el fortalecimiento del poder real mediante la burocracia; y la unificación religiosa a cargo del cardenal Cisneros (deseo de limpieza de sangre).
Así el Tribunal del Santo Oficio llevó a cabo una represión cultural  y finalmente en el Decreto de la Alhambra (1492) obligó a judíos y musulmanes a convertirse al cristianismo, por lo que muchos emigraron suponiendo una gran pérdida de riquezas, sabiduría y cultura.

Respecto a la economía se estableció una equivalencia para las monedas de los distintos reinos en base al Ducado Veneciano. En Aragón predominaba la industria textil, el vidrio, el coral y los productos de la huerta valenciana, mientras que en Castilla se desarrolló la agricultura cerealística, el comercio lanero y el trabajo del hierro vasco. Por ello se crearon ferias internacionales como las de Medina del Campo.
En cuanto a la política social habría que señalar que estuvo dominada por la gran nobleza y el alto clero, pero posteriormente estos grupos conservaron únicamente su poderío económico y prestigio social. A través de las Leyes de Toro (1505) se estableció el mayorazgo (ley por la que la propiedad pasar al hijo varón mayor) y se dictó la Sentencia Arbitral de Guadalupe (1486) que decretaba la libertad de los campesinos y su acceso a la propiedad privada (si le pagaban un canón al señor).

La proyección exterior respondió a tres objetivos: la recuperación de los territorios aragoneses perdidos por los Trastámara (Navarra, Rosellón, la Cerdaña y Nápoles), la expansión mediterránea aragonesa (norte de África y Nápoles) y la conquista atlántica castellana (limitada por el tratado de Alcaçovas). Para llevarlos a cabo se empleó una diplomacia ágil, un ejército permanente y una política matrimonial.

  • La incorporación de la Alta Navarra. Desde el siglo XIII el reino se encontraba protegido por los reyes de Francia, por ello, Castilla y Aragón establecieron un protectorado en la zona manteniendo guarniciones. Frente al deseo francés de anexionarse Navarra, Fernando la invadió enfrentándose a tres intentos militares de recuperarla e instauró un virrey que respetó los privilegios y fueros navarros. Posteriormente la Alta Navarra se unió a Castilla y la Baja a Francia en el  XVII.
  • La política italiana. Carlos VIII de Francia devolvió a Aragón (por el tratado de Barcelona, 1493) el Rosellón y la Cerdaña, en garantía de la neutralidad aragonesa frente a los proyectos expansionistas franceses en Italia (formada por pequeños estados débiles militarmente, pero con un gran despliegue diplomático). Las tropas francesas fueron detenidas en Nápoles por la corona de Aragón, pretextando la defensa papal. Luis XII acordó con Fernando II la partición de Nápoles, sin embargo se originó una nueva batalla que se saldó con la victoria aragonesa gracias a las brillantes campañas de Gonzalo Fernández de Córdoba.
  • La política norteafricana. Tras la toma de Granada, Castilla ocupó puertos y bases estratégicas importantes para la piratería en el norte de África como Melilla, Mazalquivir o Trípoli. De este modo se garantizó la seguridad política y comercial del Mediterráneo occidental frente a los piratas berberiscos y turcos.
  • La integración de las Islas Canarias que quedaron bajo soberanía castellana a raíz del tratado de Alcaçovas firmado con Portugal. Tras la lucha contra las tribus allí asentadas, se ensayaron formas de conquista y colonización que posteriormente se llevarían a cabo en las Indias (convirtiéndose el archipiélago en una importante escala para las travesías a dichas tierras).

 

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