viernes, 11 de octubre de 2013

Jan Paul Sartre

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A continuación os dejo el resumen para que le echéis un vistazo por si queréis verlo antes de descargarlo. En total son 4 páginas de archivo de Word.

JEAN-PAUL SARTRE
·Nociones:

1. Esencia y existencia.
El existencialismo para Sartre es la doctrina según la cual la existencia precede a la esencia. El hombre no tiene una naturaleza determinada: comienza por existir, y él constituirá lo que va a ser (la esencia).
La esencia sería ese predicado general y abstracto por el cual una cosa se define.
La filosofía tradicional es esencialista: se fundamenta en la primacía de esencias universales sobre lo individual. El existencialismo, en cambio, defiende la primacía de lo individual sobre la esencia general. Considera que el individuo es algo más que un concepto, puesto que existe, y el concepto general, no.
El hombre primero existe, surge en el mundo en una situación histórica particular, situación limitada por la propia condición humana (ser mortal, social…). Y por último se define.
El hombre empieza por no ser nada y dentro de su situación va eligiendo y realizándose, y de acuerdo con ello, acabará por ser y definirse.
Sartre niega el concepto clásico de esencia. Durante su existencia es el hombre el que se hace a sí mismo, se crea a sí mismo como esencia. Solo existe en la medida que se realiza a sí mismo, pues un hombre es la suma de todos sus actos. Al no haber ningún concepto de esencia preexistente en la mente de Dios (Sartre niega que exista) la existencia del hombre es contingente y gratuita. Al no estar determinado, cada individuo es responsable de sí mismo y de lo que él vaya a ser.
Las cosas son, el hombre en cambio, no es, sino que existe. Solo con la muerte el hombre llega a ser. Con la muerte el hombre es su pasado, su biografía, es lo que ha sido. Solo con la muerte el hombre puede conquistar el ser y la esencia.
2. Angustia y responsabilidad.
Sartre identifica al hombre con su libertad, porque lo que él es se debe a su elección, que debe renovar continuamente. En efecto, la libertad es multiplicidad de posibles existenciales, que por comprometer nuestra vida y estar en tensión con la condición humana, nos angustian.
Sartre entiende por auténtica existencia aquella en la que se asume esta libertad, y la angustia inherente. La inauténtica, en cambio, es aquella que oculta la libertad para quitarnos el sentimiento de angustia. Entonces, es mala fe creer en Dios, pues eso significa que la vida y el mundo tienen un sentido dado de antemano.
No podemos pensar que hay valores o un determinismo que excusen nuestros actos. Ni si quiera cabe pensar delegar nuestras decisiones a un consejero, pues al elegirlo, ya seríamos responsables.
La angustia no debe ser confundida con el miedo: El miedo tiene un objeto concreto, y la angustia no.
Sartre defiende que no hay ningún lugar donde esté escrito qué es lo que está bien o lo que está mal. Es el hecho mismo de elegir el que determina la bondad del acto. Y no es que elegir resulte gratuito, pues nos compromete desde que optamos por él. La responsabilidad recae sobre nosotros, porque no sólo elegimos por nosotros, sino por la humanidad entera.
El hombre siente angustia ante todas las opciones posibles, pero su elección es finita, tiene que estar dentro de la condición humana, lo que provoca desesperación.
El hombre se encuentra en una encrucijada angustiosa, porque no tiene más remedio que actuar sin ninguna esperanza.




·       TEMAS
1.     Ateísmo y libertad.
Del principio de la libertad humana se extraen dos proposiciones equivalentes entre sí.
No hay Dios porque el hombre es libre. Aceptar la existencia de Dios conlleva la muerte del hombre como libertad, pero éste es libre, luego no puede haber ningún Dios.
Por otra parte, Dios es el otro por excelencia. Aquel que puede ver a todos pero no puede ser visto por nadie. Aceptar a Dios es aceptar que se es un simple objeto.
El mismo concepto de Dios resulta contradictorio, puesto que es pura positividad de las cosas y pura insuficiencia del hombre. Pero Sartre no se empeña en demostrar o no la existencia de Dios,  si no en afirmar la absoluta libertad del hombre. Puesto que si éste es libre: ¿Qué más da si existe Dios o no?
La libertad es una nada, una negatividad, un vacío. En la libertad reside la humanidad del hombre, y ser hombre significa estar “condenado a ser libre”, pues la libertad es un destino del que no se puede escapar.
En el fondo, la libertad de Sartre es la conciencia de Descartes, pero Sartre la piensa abierta e implicada con el mundo. Esta abertura hace innecesario al Dios de Descartes cuya función radicaba en garantizar la existencia de las cosas fuera de la conciencia.
La mirada es para Sartre la expresión de la conciencia y libertad del hombre. La utiliza para solucionar el problema cartesiano de la existencia de los demás. Podemos cosificar a otro con la mirada, pero éste puede pasar a la ofensiva y hacernos sentir objetos. Sabemos entonces, que el otro existe y es conciencia como nosotros.
Si el hombre es libre, si Dios no existe, no hay unos valores a priori, no hay nada en lo que podamos apoyarnos para atenuar la responsabilidad de las elecciones que tomamos.

Si se habla de creación de valores es porque Dios no existe, pero eso no significa que sean actos gratuitos, pues la preocupación existencialista de la responsabilidad lo impide. Aunque no haya valores objetivos, los jueces podrán juzgar y condenar actos en la medida que estos disminuyen la libertad propia o ajena.

2. El hombre como proyecto.
Sartre considera que no existe la naturaleza humana, pues no encontramos nada fijo que determine los posibles comportamientos del hombre. Sartre rechaza por ejemplo, el alma cristiana, en la que radica la naturaleza del hombre. Para Sartre, solo nuestras elecciones y acciones forman lo que es el hombre. Pero sin una naturaleza común, ¿por qué todos somos seres humanos?
Sartre introduce el concepto de “condición humana” como el límite común a todos los hombres. Estos son: Estar arrojado en el mundo, tener que trabajar, vivir en medio de los demás, ser mortal.
Todo individuo se ha enfrentado de una forma u otra a estos hechos inevitables. La existencia de la “condición humana” es lo que puede hacernos comprensibles los distintos momentos históricos y vidas particulares, aunque todos los proyectos humanos sean distintos, todos son formas de enfrentarse a estos límites.
“Hay universalidad en todo proyecto en el sentido de que todo proyecto es comprensible para todo hombre”.
Cuando un individuo elige, lo hace por la humanidad entera.
Sartre no niega los condicionamientos de la existencia humana. Los obstáculos con los que se encuentra el hombre se los crea el mismo hombre. La libertad del hombre no es para elegir su ser, si no su modo de ser.
El hombre siempre estará en un ambiente y tendrá un pasado. Esto no se puede cambiar, pero sí el significado que le demos. Mientras vivamos, ni nuestro pasado ni nuestro ambiente determinan lo que somos. Cada hombre hace una elección original al proyectar su “yo ideal”. El ideal de un hombre no siempre coindice con el que pretende seguir, y esto se revela en sus acciones.
El hombre tiene la posibilidad de engañarse adoptando alguna forma de determinismo, esto se denomina mala fe, se enmascara la libertad y desaparece la angustia. La mala fe es engañarse a uno mismo, mientras que la mentira es engañar a los demás.
Aunque cada hombre es un proyecto diferente, existe un proyecto básico. El hombre aspira a ser “ser y consciencia” al mismo tiempo. A ser él en-sí-, para-sí. De ahí que el hombre sea una pasión inútil.
El existencialismo es un humanismo porque es una filosofía de acción y libertad. Es esta libertad la que hace al hombre aspirar al futuro sin verse determinado por su pasado. El hombre se traza metas, que son las que construyen su ser; de ahí que sea una filosofía de acción.
· CONTEXTO
·La obra.
La obra de Sartre “El existencialismo es un humanismo” fue una conferencia antes de ser una obra. Después de un año de la conferencia dada por Jean-Paul Sartre (1905-1980) en 1945 fue publicada en forma de libro. Entonces, el término “existencialismo” era usado de forma despectiva para describir la negativa actitud vital de algunos personajes de sus novelas.
Estructura y contenido temático.
El existencialismo es un humanismo se divide en las siguientes partes:
  -Una primera parte en la que expone las principales críticas de marxistas y católicos:
Según ellos, Sartre hunde a las personas en el “quietismo de la desesperación” y encierra al individuo en sí mismo.
Pone al descubierto la cobardía y mala fe del hombre, y tachan al existencialismo de pesimismo. Expone al hombre constantemente a la angustia, por ello, caerá en el relativismo y la arbitrariedad de los actos, dado que no encuentran en Dios sus fundamentos. Sin Dios, el hombre es capaz tanto de lo mejor, como de lo peor.

  - Una segunda parte en la que caracteriza al existencialismo, representado por dos escuelas:
 Por el lado cristiano tenemos a Jaspers y a Marcel, y por el lado ateo a Sartre y Heidegger.
El existencialismo queda formulado en la tesis: LA EXISTENCIA PRECEDE A LA ESENCIA.
  -Una tercera parte en la que explica los principales conceptos del existencialismo ateo:
Angustia, desamparo y desesperación.
  - Una cuarta parte en la que expone las consecuencias morales del existencialismo:
El rechazo del quietismo.
Teniendo en cuenta que el hombre no tiene esencia, sino que se hace, no hay nada que determine si es esto o aquello. Está condenado a crear una imagen del hombre tal y como considera que debe ser. El existencialismo ni es quietismo ni es subjetivismo. Pues cuando yo actúo, lo hago por todos.
  - Otra en la que aparece la respuesta a la crítica del subjetivismo y objeciones que sugiere.
  - Y por último, la definición del existencialismo como humanismo
Forma y estilo: Sartre escribió en casi todos los géneros literarios, y en todos ellos mostró dominio y desenvoltura. En “El existencialismo es un humanismo” encontramos una obra de fácil entendimiento con diversos recursos estilísticos: tono polémico, claridad en los planteamientos, lenguaje sencillo, ejemplos intuitivos….
Esta obra vulgariza la exposición de las ideas de “El ser y la nada. Lo que Sartre busca es responder a los ataques que recibe de todas las corrientes filosóficas de cara al público, usa un lenguaje prosaico, pero coloquial.
Significado general de la obra: La obra puede ser interpretada como una apología frente a las injustas acusaciones y como definición de una nueva forma de pensar. Frases como “Quisiera aquí defender al existencialismo…” ponen de manifiesto que se trata de la defensa de su postura teórica. Pero el fin de Sartre no es solo defensivo, sino que explica una doctrina que pueda hacer frente a los paradigmas dominantes de la época, el marxismo y el cristianismo.
Otras obras: Ejemplos de otros libros de entre la extensa obra de Sartre. “La náusea”, “El ser y la nada” o “Muertos sin sepultura”.
· La evolución de su pensamiento.
Se acostumbra a distinguir dos etapas básicas en el pensamiento de Sartre:
La primera etapa está presidida por el existencialismo. Sartre desarrolla sus puntos de vista, mediante tratados filosóficos o bien mediante obras literarias, como con “El ser y la nada” y “La náusea”

En la segunda etapa Sartre intenta armonizar el existencialismo y el marxismo. Se convierte en un filósofo marxista (sin seguir las consignas de ningún partido).
Sartre no abandona la doctrina existencialista, sino que trata de enriquecer mutuamente ambas doctrinas.
En una de sus últimas entrevistas Sartre confiesa cuales han sido sus dos ideales de vida: La libertad individual y la emancipación social.
·Su vida y figura. Además de filósofo, Sartre fue ensayista, crítico literario, dramaturgo, periodista y activista político. Al final de su vida había ganado un prestigio intelectual y una autoridad moral indiscutibles.
El existencialismo es una corriente filosófica de finales del XIX y principios del XX, cuyas influencias van más allá de la Segunda Guerra Mundial. Esta época de crisis ya había sido anunciada por Nietzsche: la muerte de dios y el nihilismo asociado a ella.
Durante la segunda mitad del XX se inicia la descolonización. El existencialismo francés representado por Sartre, no quiere quedarse al margen de todos estos acontecimientos que están convulsionando el siglo y defiende la figura del intelectual comprometido políticamente. El escritor es la conciencia de la sociedad, le presenta a esta su propia imagen y le insta a cambiar.
Sartre y su pareja, Simone de Beauvoir fundaron en 1945 la revista “Les temps modernes”, cuyo lema era “Denunciar para cambiar”. La oposición de Sartre a la Guerra de Argelia le supondrá un enorme desgaste político que incluirá un atentado en su apartamento y la petición de su fusilamiento por parte de la ultraderecha.

Participó en el Tribunal Russell que investigó los crímenes de la guerra de Vietnam. Rechazó el Premio Nobel en 1964 por entender que Academia sueca era antisoviética y mantenerse al margen del sistema.

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